Caballeros Cruzados, Sultanes Mamelucos, Guerreros Ismaelitas y el gran Saladino
Siria es un país que está sembrado de castillos y fortalezas. A lo largo del litoral y diseminadas por las montañas costeras, así como por el resto del país se levantan imponentes fortalezas y castillos medievales, árabes y de los cruzados. A parte de las ciudadelas de las milenarias ciudades de Aleppo y Damasco, destacan las fortalezas cruzadas de las montañas del litoral como: Krak de los Caballeros, Marqab, Saladino, Castel Blanc, Yahmur y los castillos ismaelitas como Misyaf. Tampoco hay que olvidar los castillos que se encuentran en la zona de Aljazira, al este del país o la curiosa ciudadela de Bosra de piedra volcánica de la zona y que le da su peculiar color negro.
El mejor conservado de todos es el célebre Krak de los Caballeros, fortaleza tomada a principios del siglo XII por los caballeros hospitalarios hasta su conquista por el Sultán Baibars. También se pueden mencionar la imponente ciudadela de Aleppo, así como los castillos de Marqab, Safita, Shaizar, Misyaf y el de Saladino, entre otros.
El mejor conservado de todos es el célebre Krak de los Caballeros, fortaleza tomada a principios del siglo XII por los caballeros hospitalarios hasta su conquista por el Sultán Baibars. También se pueden mencionar la imponente ciudadela de Aleppo, así como los castillos de Marqab, Safita, Shaizar, Misyaf y el de Saladino, entre otros.
Krak de los Caballeros (Qala'at Al Hosn)
Situada a pocos kilómetros de la autovía que une Homs con el Mediterráneo, esta fortaleza medieval, una de las mejor conservadas de los cruzados en Oriente Próximo se alza en la cumbre de una montaña controlando el paso de la Siria Interior hacia el Mediterráneo.
Uno queda confundido ante tanta elegancia, poderío y la solidez de sus edificios (realizados en un lapso relativamente corto de tiempo), que albergaban una guarnición de más de 4000 caballeros.
En su excelente estado actual conserva los dos recintos y sus torres, la gran rampa, la galería gótica, la capilla con pinturas al fresco, el refrectorio, la enorme cisterna, los laberintos de pasillos y patios.
Los Caballeros a los que se hace referencia el nombre eran los de San Juan de Jerusalén. Tras siete siglos de abandono, el Krak sigue presentándose en su conjunto como en sus detalles, tal como lo edificaron los Cruzados.
Conquistado en 1110 al Emir de Homs por parte de Tancredo de Hauteville, Principe de Antioquía, el castillo fue confiado más tarde al Conde de Tripolí.
En 1114, Raimundo II, el conde de Tripoli entregó el Krak y los demás castillos que dependían de él a la Orden de los Caballeros del hospital (una orden religiosa fundada en 1113 que se convirtió alrededor del 1140 en orden militar). Estos ampliaron la fortaleza existente a partir de 1170.
El Krak resistió dos grandes asedios por parte de los musulmanes hasta que finalmente fue tomado el 21 Febrero de 1271 por parte de los mamelucos bajo las órdenes del sultan Baibars.
En 2006, el Krak de los Caballeros fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco junto con el castillo de Saladino.
Un poco de historia
El castillo fue construido por los cruzados sobre un espolón del desierto sirio con el fin de proteger la ruta que unía la ciudad siria de Homs (bajo dominio musulmán) con Trípoli (Líbano), capital del condado del mismo nombre, en la costa del Mediterráneo. La fortaleza original había sido construida por el emir de Aleppo.
Fue capturado por Raimundo IV de Tolosa en 1099 durante la Primera Cruzada, pero fue abandonado cuando los cruzados siguieron su ruta hacia Jerusalén. Fue recuperado por Tancredo, principe de Galilea en 1110. Raimundo II, conde de Trípoli, se lo cedió a los caballeros hospitalarios en 1142.
Durante el siglo y medio siguiente, los caballeros construyeron una imponente fortaleza, la mayor de Tierra Santa, que resistió al menos doce asaltos por parte de los musulmanes.
Fue capturado por Raimundo IV de Tolosa en 1099 durante la Primera Cruzada, pero fue abandonado cuando los cruzados siguieron su ruta hacia Jerusalén. Fue recuperado por Tancredo, principe de Galilea en 1110. Raimundo II, conde de Trípoli, se lo cedió a los caballeros hospitalarios en 1142.
Durante el siglo y medio siguiente, los caballeros construyeron una imponente fortaleza, la mayor de Tierra Santa, que resistió al menos doce asaltos por parte de los musulmanes.
El castillo se construyó en dos etapas. En la primera se levantaron los muros exteriores y un núcleo interior de pequeñas edificaciones cuadradas, de forma que para 1170 la fortaleza estaba terminada. En 1202 un terremoto afectó a parte de las fortificaciones, de forma que poco después se acometió una profunda reestructuración.
Así surgió el núcleo actual de fortificaciones y las defensas exteriores: un muro externo de treinta metros de anchura con siete torres de 8-10 metros de anchura, creando una fortaleza concéntrica. Las laderas escarpadas del espolón se aprovecharon con fines tácticos.
Aunque el risco en el que estaba situada proporcionaba un emplazamiento ideal, una fortificación situada en este punto poseía dos púntos débiles: la puerta principal y el flanco sur, abierto a la llanura. Para proteger este expuesto lado, se levantó un muro de albañilería con tres grandes torres, precedido de un enorme parapeto de mampostería que en algunas zonas medía 25 metros de espesor.
El problema de la entrada se resolvió haciendo que el acceso a ella se construyera en zigzag por el declive escarpado, de manera que un posible invasor se expondría durante su asalto al fuego de los adversarios. Entre las puertas exterior e interior, un angosto pasillo entre muros y defensas colosales.
La posibilidad de rendir la fortaleza mediante asedio también resultaba inútil. La fortaleza poseía un almacén de 120 metros de largo y almacenes adicionales excavados en el acantilado bajo la fortaleza, donde se almacenaba agua y alimentos suficientes para mantener largo tiempo a una guarnición de 2.000 hombres. Se estima que podría haber resistido un asedio de cinco años.
Además del control de la ruta hacia el Mediterráneo, los caballeros hospitalarios ejercieron cierta influencia sobre el lago de Homs al este, donde podrían haber controlado la industria pesquera y vigilado los ejércitos musulmanes reunidos en Siria.
En 1163, la fortaleza fue infructuosamente asediada por Nur Ed Din. Después de su victoria, los hospitalarios se convirtieron en una fuerza virtualmente independiente en la frontera del condado de Trípoli.
Fue asediado, también infructuosamente por Saladino en 1188. Finalmente, fue el sultán de Egipto, Baibars, quien tomó la fortaleza (8 de abril de 1271).
En aquel entonces, la guarnición de hombres era escasa. Un año antes, la Octava Cruzada había fracasado y el envío de ayuda desde el oeste resultaba imposible. Durante varias semanas, las fuerzas de Baybars minaron la torre sudoeste del muro exterior hasta que se derrumbó. sin embargo, cuando los atacantes penetraron en el recinto, se encontraron ante la segunda línea fortificaciones, también imponentes, que aún les cerraba el paso.
Baybars refortificó la fortaleza y la usó como base en su campaña contra Trípoli. También convirtió la capilla en mezquita. Los mamelucos la utilizaron posteriormente en su ataque a la ciudad de Acre en 1291.
La fortaleza es uno de los pocos lugares donde el arte cruzado (en forma de frescos) se ha preservado. Eduardo I de Inglaterra, durante la Novena Cruzada en 1272, vio la fortaleza y la usó como ejemplo de sus propios castillos en Inglaterra y Gales. Para T.E. Lawrence (el célebre Lawrence de Arabia), el Krac de los Caballeros es el mejor y más admirable castillo del mundo.
Castillo de Saladino (Qal'at Salah El Din)
Considerado como una de las mayores fortalezas de los cruzadas, Qal'at Salah El-Din o castillo de Saladino (también conocido como Saone desde 1188) fue declarado conjuntamente con el Krak de los Caballeros en el año 2006 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Situado a 7 km al este de la ciudad de Haffah y a 30 km al este de Latakkia en un terreno de alta montaña sobre una colina entre dos profundos barrancos y rodeada de bosque, esta protegido, no solo por elevadas murallas sino por la propia naturaleza del lugar de escarpadas montañas.
Allí podemos observar un especie de lengua de tierra con una enorme fosa de 156 m de longitud, 18 m de largo y 28 m de profundidad, con el fin de asegurar la total proteccion del ejercito.
En 975 el emperador bizantino Juan I Tzimiskes capturó el lugar, permaneciendo bajo control bizantino hasta alrededor de 1108. A principios del siglo XII los francos asumieron el control del sitio como parte del recién constituido Principado de Antioquía. Los cruzados llevaron a cabo un amplio programa de construcción dando al castillo, en gran parte, su aspecto actual. En 1188 cayó ante las fuerzas de Saladino, después de un asedio de tres días.
La gran particularidad de este conjunto fortificado - que por otro lado le regala su majestuosidad - es el mecanismo defensivo utilizado. No será un foso lleno de agua sino una excavación de la montaña sobre la que se alza la estructura, siendo solamente posible acceder a la misma a través de un puente levadizo que cuando estaba abierto, descansaba sobre un pequeño trozo de terreno que los cruzados conservaron con ese fin.
El recinto cuenta con distintas construcciones no sólo de los cruzados - como la torre del homenaje, el torreón de las doncellas o las cabellerizas, sino también bizantinas - antigua ciudadela - y árabes como el hamman (los baños). El castillo fue tomado por las tropas de Saladino en 1188.
Un poco de historia
El nombre tradicional del sitio es Sahyun, el equivalente árabe de Sión, hecho que, según el historiador Hugh N. Kennedy, motivó su cambio de nombre a uno más políticamente correcto como el que tiene en la actualidad de Qal'at Salah al-Din o castillo de Saladino. El sitio se ha fortificado desde al menos mediados del siglo X. El emperador bizantino Juan I Tzimisces lo arrebató en 975 a la dinastía Hamdaní de Aleppo. Se mantuvo bajo control bizantino hasta alrededor de 1108 cuando los francos tomaron la ciudad costera de Latakkia, por lo que es muy probable que también tomasen posesión de Saone.
Formaba parte del Principado de Antioquía, uno de los cuatro estados fundados por los cruzados después de la Primera Cruzada y tras la captura de Jerusalén en el año 1099. El primer señor de Saone fue probablemente Robert el Leproso y permaneció en su familia hasta 1188. Es más probable que Robert o su hijo, William, fuese el constructor del castillo de los cruzados en torno a las fortificaciones bizantinas anteriores.
La mayoría de lo que se puede ver hoy en día se construyó en este momento. La fortaleza destacó por ser una de las pocas que no fueron confiadas a las órdenes militares más importantes de los Hospitalarios y los Templarios. El 27 de julio 1188 Saladino y su hijo, Az-Zahir Ghazi, llegaron a Saone con un ejército y pusieron sitio al castillo. Las fuerzas musulmanas adoptaron dos posiciones fuera del castillo: Saladino se estableció con sus máquinas de asedio en la meseta en lado opuesto, al este del castillo, mientras que su hijo se fue hacia el norte del recinto inferior del castillo. Piedras que pesaban entre 50 y 300 kilogramos fueron lanzadas sobre el castillo durante dos días, causando grandes daños. El 29 de julio, fue dada la orden de atacar a Az-Zahir, quien asaltó la ciudad contigua (al castillo) obligando a sus habitantes a refugiarse en el propio castillo.
El castillo y la ciudad deberían estar separados por una zanja, sin embargo el extremo norte de las excavaciones se quedó sin terminar. Aprovechando este hecho, el Az-Zahir y sus tropas irrumpieron con éxito en las murallas del castillo. El patio interior fue invadido y la guarnición se retiró a la torre del homenaje para defender el castillo. Pero antes de concluir la jornada llegaron a un acuerdo con sus agresores mediante el cual se les permitió el rescate a sí mismos.
A pesar de que Saone era un castillo fuerte, no aguantó más de tres días. El historiador Hugh Kennedy especula con el hecho de que, aunque bien abastecido, la caída del castillo pudo haber sido debida a que su guarnición no era lo suficientemente grande para defenderlo y de que no tenían las tradicionales máquinas de asedio de otros castillos. Saladino concedió Saone y el Castillo de Bourzey a uno de sus emires, el Mankawar. Los dos castillos pasaraon a través de sus herederos hasta 1272, cuando Saone fue adjudicado al sultán mameluco Baibars. En algún momento de la década de 1280 un nuevo emir, Sunqur Ashqur, tomó el control y convertió al castillo en el centro administrativo de un "pequeño emirato semi-independiente". En 1287 fue capturado por las tropas del sultán Qalawun para formar parte de la provincia de Trípoli.
A finales de 1286 y principios de 1287, el sultán Qalawun se dispuso a reprimir a sus rivales, y restringir la independencia de Sunqur. Para ello, el sultán envió un ejército bajo el mando de Turuntay para establecer un cerco en Saone. Turuntay envió un mensaje a Sunqur, diciendo que si se entregaba el sultán le perdona; Sunqur se negó y así comenzó el asedio. Pronto se hizo evidente que los hombres Sunqur no fueron capaces de defender el castillo, por lo que en abril se entregó.
Características del castillo
Saone fue construido sobre una colina, de unos 700 metros de largo, entre dos profundos barrancos y protegía la ruta entre Latakkia y la ciudad de Antioquía. El espolón en el que se construyó el castillo está conectado a una meseta al este. Los bizantinos defendieron el sitio mediante la construcción de un muro en el lado este de la cordillera.
Las paredes crearon un recinto irregular y estaban adornadas con torres flanqueantes. Junto a la fortificación, en el extremo oriental de la cordillera había un asentamiento. Una de las características más impresionantes de la fortaleza es la zanja de 28 m de profundidad, que fue cortada en la roca viva. La creación de la zanja se ha atribuido a los bizantinos. Esta zanja, que se extiende 156 metros a lo largo del lado este, es de 14 a 20 metros de ancho y tiene una sola aguja de 28 m de altura para apoyar el puente levadizo.
Las paredes crearon un recinto irregular y estaban adornadas con torres flanqueantes. Junto a la fortificación, en el extremo oriental de la cordillera había un asentamiento. Una de las características más impresionantes de la fortaleza es la zanja de 28 m de profundidad, que fue cortada en la roca viva. La creación de la zanja se ha atribuido a los bizantinos. Esta zanja, que se extiende 156 metros a lo largo del lado este, es de 14 a 20 metros de ancho y tiene una sola aguja de 28 m de altura para apoyar el puente levadizo.
La entrada al castillo es a través de una entrada en el lado sur de la fortaleza. A la derecha de la entrada hay una torre, un bastión construido por los cruzados. Hay otra unos metros más adelante. También hay una cisterna para el almacenamiento de agua y unos establos justo al lado de una gran torre del homenaje que da a la zanja. Esta torre del homenaje tiene paredes de 5 metros de espesor y cubre un área de casi 24 m². Más adelante en la parte norte esta la puerta, donde se encontraba el puente levadizo.
También hay evidencias de la ciudadela bizantina, ubicada en el centro de la fortaleza, otra gran cisterna, la casa del té de los cruzados y una iglesia cruzada junto a dos capillas bizantinas. En cuanto a las adiciones de la época árabe destacan: una mezquita, que se remonta al sultán Qalawun, y un palacio, que incluye baños con patios e iwan.
Castillo de Marqab o Qala'at Marqab
Margat, que también es conocido como Marqab debido a su nombre árabe Qalaat al-Marqab que significa el "Castillo de la Torre de Vigilancia", es una gran fortaleza que se encuentra cerca de la población de Baniyas. Este lugar es una fortaleza que perperteneciente a los caballeros cruzados y una de las principales de la popular Orden de Malta, por lo que tiene un halo de misterio alrededor suyo.
El castillo está tan solo a unos tres kilómetros del Mar Mediterráneo y desde su parte más alta se puede ver una impresionante vista panorámica a unos quinientos metros de altura sobre el nivel del mar, sobre una colina que fue formada por un volcán extinto.
Para llegar allí se hace por la autopista que está entre Trípoli y Latakkia y desde lo lejos se puede ver esta construcción que data de mediados del siglo XII.
Para llegar allí se hace por la autopista que está entre Trípoli y Latakkia y desde lo lejos se puede ver esta construcción que data de mediados del siglo XII.
De entre los castillos de las Cruzadas de Siria, Margat es uno de los más hermosos y tal vez por eso es también uno de los más visitados, junto con el célebre Krak de los Caballeros. La ciudadela, tiene una muralla con catorce torres, por lo que desde su exterior se ve como si fuera una vasija que mágicamente fue puesta en la parte alta de esta colina. Así que la primera impresión de los visitantes es de sorpresa y respeto por ese gigante.
La parte más característica del castillo de Margat es su impresionante muralla que la rodea y fue considerada como un símbolo de poder. Tiene 29 metros de diámetro y cinco metros de ancho.
Allí los visitantes también pueden ver varias características de la arquitectura del siglo XII y en su interior se puede ver una iglesia de esa época.
Allí los visitantes también pueden ver varias características de la arquitectura del siglo XII y en su interior se puede ver una iglesia de esa época.
Chastel Blanc o Castillo Blanco y Safita
Es una pequeña ciudad situada al sureste de Tartus y al noroeste de Krak de los Caballeros. La ciudad tiene una población de 33.000 habitantes. Esta situada en la montañas costeras de Siria, en lo alto de tres colinas y en los valles que se forman entre ellas. Safita creció prominentemente durante las Cruzadas y estaba habitada por los caballeros templarios del Chastel Blanc, formando parte del condado de Trípoli.
La ciudad ha sido habitada desde los tiempos de los fenicios y se han realizado varios descubrimientos arqueológicos, incluidos asentamientos fenicios y cananeos. En 1102, Raimundo IV de Tolosa comenzó a tomar la tierra de los emires Ammars Banu de Trípoli. Un sitio de cuatro años en Trípoli dio lugar a un control total de la ciudad y muchas tierras que la rodeaban, incluyendo Safita, el sultán Baibars capturó el castillo en 1271.
La ciudad ha sido habitada desde los tiempos de los fenicios y se han realizado varios descubrimientos arqueológicos, incluidos asentamientos fenicios y cananeos. En 1102, Raimundo IV de Tolosa comenzó a tomar la tierra de los emires Ammars Banu de Trípoli. Un sitio de cuatro años en Trípoli dio lugar a un control total de la ciudad y muchas tierras que la rodeaban, incluyendo Safita, el sultán Baibars capturó el castillo en 1271.
La región de Safita fue, en su origen, levantada entorno al Chastel Blanc o Castillo Blanco de los Templarios que fue uno de los centenares de baluartes que la orden poseyó a lo largo y ancho del Mediterráneo.
De la estructura original sólo se conserva la muralla ovalada así como la torre del homenaje cuya planta inferior es utilizada hoy en día como iglesia así como la planta la superior que, gracias a distintos restos arqueológicos encontrados en los alrededores, sabemos que pudo albergar las estancias principales del castillo.
Tiene una altura de 28 metros, un ancho de 18 metros y una longitud de 31 metros. Una campana grande está en la pared occidental, y su sonido se puede oír a 5 kilómetros de Safita. El castillo tuvo que ser restaurada en los años 1170 y 1202, tras los daños que sufrió, debido a los terremotos. La torre actual data probablemente de la reconstrucción después de 1202.
Capilla de San Miguel
La torre sirvió para dos propósitos, como capilla y como fortaleza, construida con gruesos muros de tres metros de ancho, de bloques de piedra caliza.
La planta baja contiene todavía una capilla dedicada a San Miguel y utilizados por la comunidad ortodoxa griega de Safita. La segunda planta servía de dormitorio, y contiene muchas pequeñas ventanas en ángulo que fueron utilizados por los arqueros para defender la torre. Por debajo de la torre hay una cisterna de agua, un elemento esencial en caso de sitio.
Castillo de Misyaf
Castillo que data de la época bizantina que se encuentra en el exuberante valle del Orontes, alrededor de 60 kilómetros de la ciudad de Hama. Servía para proteger las rutas comerciales a las ciudades más al interior, como Banias. El castillo en sí está a unos 20 metros sobre la llanura circundante.
Las pruebas sugieren que las capas más bajas y las fundaciones del castillo son de origen bizantino. Más tarde añadieron niveles los nizaríes ismaelitas, los mamelucos y los otomanos. El castillo fue capturado por los ismaelitas de Sanqur en 1141 (que se celebró en nombre de los Banu Mundiqh de Shayzar) y más tarde fue refortificado por Rashid al Din. Masyaf fue rodeada por la ciudad y funcionó como la capital del emirato Nizari desde la mitad del siglo XII hasta finales del siglo XIII. Fue sitiada por Saladino en mayo de 1176, pero el asedio no duró mucho y concluyó con una tregua. La investigación actual indica que se celebró por los Asesinos en ese momento.
En 1260, el castillo fue entregado a los mongoles. Más tarde en ese año, en septiembre, la Nizaríes se aliaron con los mamelucos para conducirlos a los mongoles desde Siria y recuperar el castillo. Baibars se apoderó del castillo en febrero de 1270. En 1830, una expedición encabezada por el otomano Ibrahim Pachá infligió algunos daños en el castillo.
La restauración que fue financiada por el Aga Khan Trust for Culture y el Programa de Apoyo a Ciudades Históricas de la Aga Khan Development Network, comenzó en el año 2000. Desde entonces se han limpiado toneladas de escombros, permitiendo a los investigadores aprender más sobre los misteriosos habitantes de la ciudadela.
La restauración que fue financiada por el Aga Khan Trust for Culture y el Programa de Apoyo a Ciudades Históricas de la Aga Khan Development Network, comenzó en el año 2000. Desde entonces se han limpiado toneladas de escombros, permitiendo a los investigadores aprender más sobre los misteriosos habitantes de la ciudadela.
Situada al pie de las montañas costeras en lo alto de una roca, esta antigua ciudadela se ha añadido al mapa turístico de la región por la restauración y excavación que ha revelado los misterios de la secta medieval de los Asesinos que una vez poblaron esa zona.
Secta de los asesinos (los Hashashin):
Los nizaríes, cuyos detractores nominaron Hashshashin, fueron una rama de la secta religiosa chiíta-ismaelita, activa entre los siglo X y XIII. Se hizo famosa a partir del siglo XI cuando tuvo su máximo poder en la dinastía Fatimí, por su actividad estratégica de asesinatos selectivos contra dirigentes políticos, militares o reyes.
El grupo, en origen, no era más que una comunidad de partidarios del ismaelismo en Irán, (por eso recibió el nombre de Orden de los Ismaelitas) es decir, una secta minoritaria del chiísmo, a su vez minoritario en un país eminentemente suní. El gran centro de poder ismaelí era el Califa Fatimí, con sede en El Cairo. En 1090, para ponerse a salvo de las persecuciones, y dirigidos por el carismático Hasan-i-Sabbah, tomaron la fortaleza de Almut, una posición inexpugnable en las montañas, al sur del mar Caspio.
Aunque su principal y más conocida sede era Alamut, poseían muchas otras plazas fuertes en Irán y Siria, de modo que conformaban una red cohesionada y bien comunicada, a la que algunos autores califican de "Estado". Los castillos nizaríes eran difícilmente conquistables: se construían en lugares poco accesibles, aprovechando accidentes del terreno, y solían estar bien provistos en cuanto a fuentes de agua y alimentos. Desde estos lugares, los nizaríes extendieron su predicación por Irán y Siria, lo que fue visto como una amenaza por los sultanes de la dinastía turca de los selyúcidas, que controlaban Irán. Estos emprendieron varias acciones militares contra los ismailíes, que no tuvieron gran éxito. En revancha, los ismailíes emprendieron su estrategia de asesinatos contra dirigentes políticos o militares. Una de sus primeras víctimas fue Nizam al Mulk, visir del sultán selyúcida Malik Shah, en 1092.
Dos años más tarde, en 1094, murió el califa fatimí al-Mustansir, cabeza del ismailismo, y estalló una guerra de sucesión entre sus hijos Al-Musta'li y Nizar. Los ismailíes de Irán tomaron partido por este último, que finalmente fue derrotado, provocando una ruptura entre los seguidores de Hasan-i Sabbah (que en lo sucesivo se llamarían nizaríes) y la mayoría de los ismailíes.Una de las principales conclusiones es que los Asesinos no eran muy buenos en la construcción de castillos, pese a que el lugar está bien terminado y resulta impresionante a los visitantes de hoy en día. El propio Saladino salió indemne de un intento de asesinato por sus caballeros. Los Asesinos estaban liderados por Rashid Al-Din Sinan, también conocido como "El viejo de la montaña". Sinan utilizó Masyaf como base para difundir sus creencias de la secta islamista de Nizari Ismaili. Los Nizari Ismailis, seguidores de una rama chií del Islam, hoy tienen a Aga Khan como líder espiritual. Saladino, sitió el castillo en el siglo XII, pero se lo pensó dos veces antes de lanzar un ataque a los Asesinos, que tenían una reputación de matar a sus enemigos en las operaciones de ataque.
Los Hashshashin fueron hábiles y supieron aprovechar las rencillas entre sus enemigos: Cruzados, Fatimitas y Sunitas, importunando a unos y a otros pero jamás siendo la principal amenaza de nadie. Mientras sus enemigos tuvieran otros enemigos más importantes ellos podrían sobrevivir. Esta estrategia sutil y hábil les permitió sobrevivir casi 200 años, pero un errorera inevitable y finalmente llegó durante el siglo XIII, cuando decidieron asesinar a un hijo de Genghis Khan, Jagati, que gobernaba una parte de Persia y que había prohibido algunos rituales Ismaelitas. La represión mongola fue brutal y en 1256 la fortaleza de Alamut fue arrasada perdiéndose su valiosa biblioteca.
Los Hashshashin fueron hábiles y supieron aprovechar las rencillas entre sus enemigos: Cruzados, Fatimitas y Sunitas, importunando a unos y a otros pero jamás siendo la principal amenaza de nadie. Mientras sus enemigos tuvieran otros enemigos más importantes ellos podrían sobrevivir. Esta estrategia sutil y hábil les permitió sobrevivir casi 200 años, pero un errorera inevitable y finalmente llegó durante el siglo XIII, cuando decidieron asesinar a un hijo de Genghis Khan, Jagati, que gobernaba una parte de Persia y que había prohibido algunos rituales Ismaelitas. La represión mongola fue brutal y en 1256 la fortaleza de Alamut fue arrasada perdiéndose su valiosa biblioteca.
Castillo de Najm (Qala'at Najm)
Cerca de Manbij, en la orilla del río Éufrates se encuentra el castillo de Qal’at Najm. Situado sobre un antiguo campamento fortificado romano en la ruta de Aleppo a Harran solía referirse a él como Djisr Manbidj. Su nombre actual data del siglo XII, teniendo referencias de él en estas fechas, ya que se construyó un pontón levadizo de acceso sobre el río Éufrates por orden del Califa Uthman. Tras la conquista de la región por parte de los Umayyadd, el castillo pasó a control Hamdanida y Mirdasida, dinastías que finalmente rindieron su poder a las tribus nómada de Banu Numayr.
El castillo era fortaleza casi blindada de Banu Numayr quienes también controlana Qal’at Ja’bar. Cuando cayeron ambos castillos, el control pasó a ser de Nur ad-Din, la dinastía Zengi, que tenía su capital en Aleppo. En 1202 Az-Zahhir Ghazi, gobernador Ayyubida de Aleppo desde 1186 a 1216 atacó Jezirah y conquistó Manbij, Qal’at Najm y Qal’at Ja’bar obligando a Ra’s al-‘Ayn a replegarse a Khabur, al norte del país. Tras su gran conquista militar refortificó la mayoría de construcciones militares. En 1820 el castillo fue objeto de asedio nuevamente, esta vez por parte de las tropas otomanas.
Su muralla es similar a la de Aleppo, con una entrada en rampa de tres y hasta cuatro tramos en su tiempo, que llega a una puerta de grandes dimensiones. El castillo incluye dentro de su muralla defensiva unos baños, una mezquita y una zona palaciega. Quizás las convulsas aventuras históricas que vivió el castillo, fueron las responsables de la mayoría de características singulares que presenta su arquitectura: mezquita con doble arquería hacia el Éufrates idéntica a la mezquita de la Alhambra de Granada, baño de cuatro salas abierto a un patio central.
Castillo de Shaizar
La fortaleza Shaizar es un castillo ubicado a orillas del río Orontes, cerca de la ciudad de Hama. Se cree que la edificación fue construida en los tiempos de la Antigua Grecia 1200 A.C. La zona fue anteriormente conocida como Senzar o Sezar, en las correspondencias de Tell Amarna. Para los griegos era conocida como Sidzara, pero la dinastía seléucida le cambió el nombre por Larissa. Shaizar cayó bajo el control de los árabes en 638 y luego pasó varias veces por la dominación árabe y bizantina, y viceversa.
Fue despedida en el año 969 por el emperador Nicéforo II bizantino y posteriormente conquistada por Basilio II en el año 999, éste se convirtió en el bastión de la frontera sur del imperio bizantino, encabezado por el obispo de Shaizar. Después fue adquirido por el clan de los Banu Munqidh en 1081, cuando Ali Munqidh se adueñó de la fortaleza. Después de este evento, los bizantinos y los cruzados sitiaron Shaizar en numerosas ocasiones.
Un poco de historia
Shaizar fue en su momento una importante fortaleza medieval del norte de Siria en la orilla izquierda del río Orontes, a unos 20 kilómetros de Hama. La fortaleza o villa tenía una población en el entorno y al norte presentaba una villa baja (donde hoy en día se encuentra una aldea) situada estaba entre la fortaleza y el puente del río Orontes. Se le menciona en los tiempos egipcios, en las Mesitas de Amarna con el nombre de Senza (o Sezar); fue refundada por los seléucidas hacia el 300 A.D. con el nombre de Larissa pero más tarde recuperó su nombre tradicional durante el dominio romano.
La fortaleza es de apenas 50 metros de ancho, pero casi 470 de largo. Al este del castillo, se desciende abruptamente hacia abajo desde el río Orontes. La entrada está situada en el extremo norte de la ciudadela y es una de las mejores piezas conservadas de la fortaleza.
Sobre la entrada se alza una torre, que fue una de las primeras partes de la planta (hoy restaurada). Aproximadamente en el centro de la cordillera se levanta una gran parte que permanece bien conservada. En 2002, un equipo italiano de arqueólogos de la Universidad de Venecia realizó una serie de excavaciones en los terrenos del castillo. Shaizar fue seleccionado como el sitio ideal para la investigación arqueológica en el desarrollo de las fortalezas y asentamientos del Medio Oriente.
Castillo de Ja'bar (Qala'at Ja'bar)
El Qala'at Ja'bar, es un castillo localizado cerca del lago de Tabqa, sobre el río Eufrates. Aunque la cima de la colina sobre la que se encuentra el castillo fue, posiblemente, ya fortificada en el siglo séptimo, las actuales estructuras son principalmente el trabajo de Nur ad-Din Zangi, que reconstruyó el castillo de 1168 en adelante.
Desde 1965, varias excavaciones se han llevado a cabo alrededor del castillo, así como las obras de restauración de las murallas y torres. Se le conoce como un territorio de Turquía fuera de las fronteras de ese país y protegida por un pelotón de soldados turcos.
El diseño del castillo es muy evocador y es de los mejores conservados. La parte superior del castillo se construyó con ladrillos horneados. La entrada de la parte interior del castillo se compone de una puerta y una rampa de bobinado cortado en la roca.
Dentro del castillo se encuentran los restos de una sala abovedada, así como un minarete que fue construido probablemente por Nur ad-Din, y que es la parte más alta del castillo. Algunos materiales para construcción como ladrillos se pueden diferenciar de los demás, debido a que se han realizado algunas obras para su restauración.
Un poco de historia
No se sabe exactamente cuando fue fortificado el castillo. El sitio ya era conocido como "Dawsar" en tiempos pre islámicos y se encontraba a lo largo de una vía de conexión entre Raqqah con el occidente. El castillo pudo haber sido construido por la tribu de los Banu Numayr en el siglo XI. Las fuentes históricas mencionan que el castillo fue dado por Malik Shah I a los descendientes de la dinastía Uqaylid en 1086. Se celebró el castillo de manera casi continua hasta finales del siglo XII, a excepción de una breve ocupación de las cruzadas en 1102.
En 1146, Zengi sitió el castillo, pero fue asesinado por uno de sus propios esclavos. La mayor parte de lo que se ve hoy en día data de aquellos tiempos. El castillo sufrió graves daños durante la invasión de los mongoles de Siria. Los trabajos de restauración se llevaron a cabo en el siglo XIV.
Ciudadela de Aleppo Ver página de Aleppo.
Ciudadela de de Damasco Ver página de Damasco.
Ciudadela de Bosra Ver página de Siria Romana
Ciudadela de de Damasco Ver página de Damasco.
Ciudadela de Bosra Ver página de Siria Romana
Muy bonitos los Castillos Antiguos y Medievales así como las historias, soy aficionado a la historia y han sido muy didácticos..saludos desde Perú.
ResponderEliminarexcelente, gracias a usted he podido conocer este lugar de la tierra y un poco de si historia. Brillante trabajo.
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