Siria Cristiana: iglesias, catedrales y monasterios


Los cristianos de Siria y del Oriente árabe

Los cristianos árabes son cultural, lingüística y étnicamente árabes, y seguidores de la fe cristiana. Los cristianos árabes ya tenían presencia en el mundo árabe antes de la llegada del islam y su expansión por Asia y África en el siglo VII.



Frescos del monasterio de San Moises el Etiope (Nebek)



Muchos musulmanes árabes descienden de árabes originalmente cristianos que se convirtieron al islam por varias razones; por ejemplo, el pago de la "Yizia", un impuesto existente en ciertas dinastias musulmanas para los habitantes no musulmanes, o la opresión ejercida por parte de los bizantinos hacia la gran mayoria árabe cristiana, ya sea unitaria, monofisita o arriana, etc.




Bautizo en la iglesia de Seidnaya


La mayoría de los árabes cristianos actualmente son procedentes del Levante mediterráneo, mientras que históricamente en el mundo árabe los cristianos árabes eran descendientes de los Kahlani y Qahtani, tribus del antiguo Yemen (es decir, ghasánidas y lajmíes principalmente). La mayoría de los patriarcas maronitas de los últimos 10 siglos son descendientes de los conocidos nobles gasánidas Qahtani, árabes que gobernaron el Levante en el período romano y bizantino hasta la era franco-ghasánida.




Los maronitas eran habitantes del valle del río Orontes (Al-Asi). Pudieron ser descendientes de algunas tribus árabes que nunca se convirtieron al Islam o en parte de los arameos. Es muy posible que los maronitas, como una comunidad de origen árabe, se encontraban entre las últimas tribus de árabes cristianos que llegaron a Siria antes que el Islam, que por cierto, desde el siglo XIV, su lenguaje ha sido el árabe. Siríaco, que es la forma literaria cristiana del arameo, era originalmente el lenguaje litúrgico de todas las sectas semíticas cristianas, tanto en Arabia así como en el Levante y Mesapotamia.






La primera mención del cristianismo en las tierras árabes se produce en el Nuevo Testamento cuando el apóstol Pablo se refiere a su viaje a Arabia después de su conversión. Más tarde, Eusebio de Cesárea habla de un obispo llamado Berilo en la sede de Bostra (la actual Bosra), donde se realiza un Concilio.

 


Los cristianos existen en las tierras de habla árabe desde el siglo tercero. Algunos expertos sugieren que Filipo el Árabe fue el primer emperador cristiano de Roma. En el siglo IV, un número significativo de cristianos ocuparon la península del Sinaí, Mesopotamia y Arabia. Otros dicen que el primer gobernante cristiano fue un árabe llamado Abgar VIII de Edesa, quien fue convertido.





A lo largo de muchas épocas de la historia, los cristianos árabes han coexistido muy pacíficamente con sus compañeros no-cristianos de habla árabe, principalmente los musulmanes y los judios. Incluso después de la rápida expansión del Islam desde el siglo VII d.C en adelante, donde muchos cristianos optaron por no convertirse al Islam y en lugar de eso mantener sus creencias pre-existentes.





Como "Pueblo del Libro", los cristianos de la región gozan de ciertos derechos por la ley islámica teórica (Sharia) para practicar su religión sin interferencias o persecuciones, que fue, sin embargo, estrictamente condicionado al pago de una cantidad especial de dinero (tributo) obligado para los no musulmanes llamado yizia, en forma de efectivo o bienes, por lo general se entregaba una gran cantidad de animales, a cambio de su seguridad y la libertad de culto. El impuesto no se aplicaba a los esclavos, mujeres, niños, monjes, los ancianos, los enfermos, ermitaños, o pobres.





Existen muchas tribus árabes que se adhirieron al cristianismo desde el siglo primero, incluidos los nabateos y los ghasánidas. Eran de origen qahtani y hablan árabe-yemení, protegieron la frontera sur-oriental de los imperios romano y bizantino en el norte de Arabia.
 





Al igual que los musulmanes árabes y judíos árabes, los árabes cristianos se refieren a Dios como Alá, ya que esta es la palabra árabe para "Dios". El uso del término en árabe Alá, en las iglesias cristianas es anterior al Islam por varios siglos.


 

En tiempos más recientes (sobre todo desde mediados de 1800), algunos nativos árabes de la región de Levante han sido convertidos a las iglesias Protestantes tradicionales más recientes, también a las  bautistas y metodistas.


Los cristianos de Siria en la actualidad

Los cristianos de Siria son (según distintas fuentes) entre 15 -25%  de la población total del país, que se reparten entre greco-ortodoxos (mayoría en Siria), maronitas, armenios (ortodoxos y católicos) sobre todo en Aleppo y Damasco, melquitas (sirio católicos), jacobitas (sirio- ortodoxos), nestorianos (asirios), caldeos, greco-católicos, católicos latinos, protestantes y anglicanos, todos conviven en armonía.




Tesoros de la Siria Cristiana

En Siria es posible seguir los pasos de los primeros protagonistas del cristianismo. En Damasco se pueden encontrar huellas de San Pablo: la antigua Vía Recta, capilla de San Ananías, capilla de San Pablo o Bab Kisan (lugar por donde escapó el santo), la tumba de San Juan Bautista (dentro de la mezquita de los Omeyas) y la iglesia Mariyamieh (de María). En Ma’aloula, y en dos pueblos vecinos, todavía se habla el arameo (lengua utilizada por Cristo) y también se pueden seguir los pasos de Santa Tecla. En Seidnaya se levanta uno de los monasterios más venerados de toda la región (año 547), donde existen iconos pintados por San Lucas.


 



Además por todas partes del país existen iglesias y monasterios que se pueden visitar, sin olvidar los importantes barrios cristianos de Damasco y de Aleppo donde se pueden realizar recorridos para descubrir iglesias: maronita, armenia, greco-católica, etc.

Iglesias y monasterios de Damasco

En Damasco, uno de los tres alminares de la inmensa mezquita de los Omeyas es conocido como el alminar de Jesús. Según una tradición guardada por los musulmanes damascenos, precisamente en aquella torre aparecerá Jesús el día de su regreso para derrotar al Anticristo, para anunciar el final de los tiempos y separar a los buenos de los malvados. Ver la pagina de Dasmasco.

 


Monasterios de la provincia de Damasco y alrededores




Monasterios, Conventos y Santuarios de la Provincia de Damasco y alrededores



Ma'alula

Ma'alula, en árabe, Ma'aloula, del arameo, ma`lā, "entrada", es una pequña ciudad cristiana situada a 56 km al noroeste de Damasco, en Djebel Qalamoun, que forma parte del Cordal del Antilíbano, que presenta la peculiaridad de poseer una de las últimas poblaciones que hablan arameo. Es un pequeño pueblo en el que las casas, pintadas de color arena y azul plateado, cuelgan de las escarpadas paredes de un acantilado. La mayoría de los cristianos locales pertenecen a la iglesia greco-católica melquita. La ciudad es conocida en Oriente Medio por la ferviente solidaridad con que celebran cada 14 de septiembre la fiesta de la exaltación de la cruz.





 
Ma’alula es un pintoresco pueblo troglodita, que se encuentra en un valle encajonado al pie de una serie continua de acantilados, a más de 1.600 metros de altitud. Bajo escarpadas paredes pétreas, un enjambre de casas se eleva una encima de otra dispuesta de tal manera que las azoteas de unas sirven de callejones y pasos a las de más arriba.




Algunas están materialmente colgadas de los salientes de los acantilados casi desafiando la ley de la gravedad. Los colores de las casas pintadas de colores pastel amarillo, azul y malva contrastan con el ocre de las rocas. Sus diminutas ventanas y aberturas, pequeñas galerías sostenidas por inseguros tablones de madera y pequeñas puertas adornan estas construcciones cúbica que se alza al pie de un risco.
 


Todo en Ma’alula es casi irreal que, junto con otras dos que hay en la región (Jaba’deen y Bakh’a), tiene la particularidad de que sus habitantes hablan todavía arameo, lengua utilizada por Cristo.


Vista general de Ma'alula con la parte nueva en la entrada



Entre sus puntos de interés destacamos: el Convento de Santa Tekla donde se encuentra la tumba de la Santa, una fuen­te milagrosa y el convento de San Sergio donde el padre encargado del lugar ofrece vino a los visitantes y les hace escuchar una grabación de una misa en arameo.
                                                                        

Monasterio de Mar Sarkis (San Sergio)

Fue construido en el siglo IV sobre las ruinas de un templo pagano. De estilo bizantino y formas despojadas guarda en su seno uno de los primeros altares cristianos.






Desde su construcción hasta la fecha este monasterio ha sido utilizado como lugar de culto; lo que le confiere un soplo de misterio aún mayor.





El monasterio es propietario de una interesantísima colección de íconos religiosos de los siglos XVI al XVIII; entre los que se destacan un bello ícono de la Santa Virgen Maria y otro de los mártires Sergio y Bachos. El pasado, presente en cada rincón de Maaloula, donde más se vé es en el monasterio de San Sergio que fue construido en el siglo IV sobre las ruinas de un templo pagano.




La pequeña entrada al monasterio 


De estilo bizantino y formas despojadas guarda en su seno uno de los primeros altares cristianos. Desde su construcción hasta la fecha este monasterio ha sido utilizado como lugar de culto; lo que le confiere un soplo de misterio aún mayor.






El monasterio aloja una interesantísima colección de íconos religiosos de los siglos XVI al XVIII; entre los que se destacan un bello ícono de la Virgen Maria y otro de los mártires San Sergio y San Baco.





Además los monjes del monasterio han grabado algunas oraciones en arameo occidental que luego lo venden a los turistas. Este monasterio fue llamado así en honor de San Sergio, hecho mártir durante el reinado de Maximianos.



El Altar más antiguo del mundo



Además los monjes de monasterio han grabado algunas oraciones en arameo occidental a la intención de los visitantes.







Este monasterio fue así llamado en honor de San Sarkis, caído en mártir durante el reinado de Maximianos. Saliendo del pueblo; y a la derecha de la ruta, se encuentra un camino escarpado que conduce a una terraza donde una pequeña cascada da la bienvenida al peregrino.


Tienda de Souvenirs del Monasterio


Convento de Mar Tekla (Santa Tecla)

Es de rito ortodoxo con un edificio que fue construído sobre varios pisos lo que le confiere una presencia suntuosa. Siguiendo las escalaras llegamos al último piso donde nos aguardan una iglesia moderna con cúpula y una gruta que deja filtrar un agua que ha dado prueba de prodigios. Curioso monumento religioso que recibe incesantes muestras de devoción, no sólo de peregrinos cristianos; sino también muchos musulmanes convencidos de la santidad del lugar. El convento guarda celosamente los restos de Santa Tecla, hija de un principe Selyúcida, y adepto de San Pablo.




Otros vestigios de la vida religiosa pasada se atesoran en el convento. Pero lo que sin duda atrae al curioso es la paz del lugar. Una ocasión insuperable para meditar y entrar en comunión con la belleza del paisaje. Otras iglesias, quizá menos prestigiosas, atestiguan de un fervor religioso intacto.




Curioso monumento religioso que recibe incesantes muestras de devoción, no sólo de peregrinos cristianos; sino además de muchos musulmanes convencidos de la santidad del lugar.





El convento guarda celosamente los restos de Santa Tecla, hija de un principe Seljukida, y adepto de San Pablo. Otros vestigios de la vida religiosa pasada se atesoran en el convento. Pero lo que sin duda atrae al curioso es la paz del lugar.





Santa Tecla

Tecla de Iconio, más conocida como Santa Tecla, fue una mártir anatólica del siglo I, venerada como santa por la iglesia Católica y la iglesia Ortodoxa.





Tecla fue reverenciada como un modelo de castidad femenina por los primeros movimientos ascéticos cristianos, especialmente en Egipto, Siria y Armenia. Su culto estuvo muy difundido en las ciudades de Seleucia (donde se dice que fue sepultada), Iconium (actual Konya) y Nicomedia.






Tecla era una joven virgen de Konya, Anatolia. Tras escuchar durante varios días los sermones de San Pablo sobre la resurrección y el valor de la virginidad, su madre y su prometido temieron que se convirtiera en seguidora del apóstol y se confabularon para castigar a ambos. Pablo fue azotado y expulsado y Tecla condenada a morir en la hoguera.




Tecla fue salvada milagrosamente al producirse un terremoto y una fuerte tormenta de agua y granizo que apagó el fuego. Huyó con Pablo a Antioquía de Pisidia, donde un magistrado intentó violarla. Tecla se defendió y fue acusada de agredirlo, por lo cual fue sentenciada a ser devorada por bestias salvajes, pero nuevamente fue salvada por milagro de varios ataques de fieras. Luego de estos episodios se reunió en Myra de Licia con el apóstol. Por último se recluyó en una cueva de Seleucia Pieria durante los siguientes 72 años, donde gracias a otro milagro es salvada de sus perseguidores al abrirse la montaña para protegerla.




Al menos tres lugares reclaman ser el sitio donde descansan sus restos: Aya Tekla (Mersin en Turquía), Ma'alula y Roma. En Ma'alula, se encuentra el monasterio ortodoxo griego de Santa Tecla, Deir Mar Takla, construido cerca de una cueva donde se dice que fue sepultada.


Fiestas y conmemoraciones

Los habitantes de Ma'alula atesoran, oralmente, un cancionero religioso-festivo único por su variedad e imaginacion. Tres grandes fiestas folclóricas ritman la vida de los habitantes de este magnífico lugar.





El 14 de septiembre en honor de la Santa Cruz. El 22 de septiembre fiesta de Mar Tekla. Y el 7 de Octubre fiesta de Mar Sarkis. Durante esos días centenas de turistas acuden a gozar de uno de los festivales más imaginativos de toda Siria.





El arameo, la lengua hablada por cristo  

La lengua aramea constituye en la antiguedad del Medio Oriente el lazo de comunicación (como el inglés en nuestros días) preponderante entre los pueblos semitas. Alrededor del siglo VIII a. de C. prácticamente el imperio de la lengua aramea se extiende desde Egipto hasta regiones muy apartadas de Asia. Los primeros testimonios en lengua aramea se hallan sobre la tumba del rey Kilamu (siglos IX-VIII a. de C.), o en Neirab sobre las estelas funerarias del dios Luna al sur de Aleppo. 





A partir del siglo VII a. de C. el arameo es utilizado en todo el Imperio Asirio. Hacia el año 500 a. de C. también los persas adoptan el arameo como lengua "oficial". La escritura con caracteres alfabéticos se extiende rápidamente. Una vez que el Imperio Persa se extiende el arameo se generaliza. Documentos encontrados en la India (siglo III a. de C.) nos muestran que el arameo se utilizaba en toda Asia Menor.  Nos queda claro que la palabra cristiana fue difundida por Cristo y sus discipulos en arameo; idioma hablado y escrito por ellos.




Misa en arameo


Lo que hoy llamamos siriaco es en realidad un dialecto del arameo hablado en Mesopotamia (y en lo que hoy es Urfa, Turquía), y que luego se convirtió en la lengua de los cristianos de Siria. A su vez, el siriaco sufre la presión de los invasores árabes sobre todo a partir del siglo V de nuestra era. La distinción entre siriaco oriental y siriaco occidental (este último hablado en Ma'alula) aparece también en la escritura.


Texto del Padre Nuestro en Arameo



El siriaco oriental utiliza los viejos caracteres unciales, es decir una escritura en mayúsculas; mientras que la escritura del siriaco occidental es más bien cursiva.

 

Seidnaya

La localidad de Seidnaya está situada a 27 kilometros de Damasco, en las montañas, a unos 1.500 metros de altitud.





Su ubicación resulta espectacular, sobre un saliente rocoso. En Seidnaya, el tiempo es frío y suele nevar en invierno, mientras que es fresco en verano.





 
Seidnaya fue una de las ciudades episcopales del Patriarcado de Antioquía y está de hecho relacionada con muchos eventos bíblicos, por ejemplo se dice que fue en este lugar dónde Caín mato a su hermano Abel, hasta el punto de que, después de Jerusalén, es el segundo destino más importante para los peregrinos cristianos de todo el mundo.






Estos peregrinos van a Seidnaya para visitar el convento de Nuestra Señora de Seidnaya, levantado por el emperador bizantino Justiniano I en el año 547 d.C.





El emperador lo mandó a construir después de que tuviera dos apariciones de la virgen indicando el lugar donde debía ser edificada una iglesia. Primero se le apareció como gacela y después como icono, y además de ordenarle la iglesia le dijo cómo la quería. Es decir, le dió algo así como el plano.





Además, dentro se encuentra el icono de Theodokos, un icono muy reverenciado que, según cuenta la historia, fue traído desde Tierra Santa por el monje Theodokos por encargo de la abadesa del lugar. De regreso, tuvo que sortear muchos peligros y parece que se libró milagrosamente de ellos. Como sea la historia, Theodokos entendió que el icono era poderoso, así que no quiso entregarlo a su vuelta y planeó escapar con el mismo a Egipto, pero el barco que le transportaba naufragó y él tuvo que volver otra vez al convento. Pero siguió mintiendo para quedarse con el mismo, y después de otros hechos milagrosos, terminó confesando sus pecados.




Doble milagro: la aparición de la virgen y el icono fantástico. Con eso la capilla de la virgen en Seidnaya se convirtió en un verdadero centro de peregrinaje, en la época bizantina, para los fieles cristianos en su ruta hacia Jerusalén.


 

Hoy es un lugar muy visitado no solo por cristianos de todo el mundo, pero también por los musulmanes que llegan los viernes a venerar a la virgen María.



Dentro hay bellos iconos en las paredes y por supuesto, el icono milagroso de Theodokos. Los creyentes llegan, lo besan y después las monjas los bendicen con un poco de aceite. El 8 de septiembre tiene lugar el festival de la natividad de Theodokos, que se celebra con fiestas y fuegos artificiales.

Convento de Nuestra Señora de Seidnaya

A primera vista destaca el Convento de Nuestra Señora de Seidnaya que según la tradición fue erigido por Justiniano en el siglo VI, en el lugar donde, una noche, se apareció la Virgen.






Se trata de un templo ortodoxo en cuyo interior, entre otros iconos, se encuentra el de la Virgen supuestamente pintada por San Lucas (hay otro que se conserva en el Monasterio de Kykkos de Chipre).





En tiempo de las Cruzadas era el segundo lugar en importancia de Tierra Santa, detrás de Jerusalén. Hoy es un importante lugar de peregrinación de cristianos y musulmanes.


Fiestas y conmemoraciones

El 8 de septiembre es la gran fiesta cristiana de Seyda Naya o Nuestra Señora, de donde proviene el nombre del pueblo. Parece evidente que esta iglesia se construyó sobre un templo griego anterior y ha sido reconstruido en varias ocasiones. El célebre icono está a la derecha de la capilla principal, a la que se accede tras subir cuatro tramos de escaleras y pasar por una baja puerta de madera. Hay que admirar también, a la entrada, una serie de bellos mosaicos.


 


 
A poca distancia del convento, un poco más abajo, está la Iglesia de los Santos Pedro y Pablo, levantada sobre los restos de un edificio romano, cuyo destino originario se desconoce.






El Seminario de San Efrén es destino también de muchos peregrinos de todo el mundo que quieren aprender religión en arameo o el arameo mismo porque este era el idioma de Cristo.

 



Encima de la montaña más alta de Seidnaya está el monasterio de Cherubin en los 2000m sobre el nivel del mar.




Muchas grutas y cuevas de la zona prueban que Seidnaya fue habitado por diversas civilizaciones, desde la edad de piedra, pasando por los arameos, los griegos, los siriacos, los romanos y finalmente los árabes.


Qara


En Qara se puede visitar el monasterio de San Jacobo el Interciso, fundado en el siglo VI y abandonado por los monjes en el siglo XIX. Los trabajos de restaura-ción comenzaron el 14 de julio de 1994. El 14 de septiembre de 2000, duran-te la fiesta de la Exaltación de Santa Cruz del Año del Gran Jubileo, las autoridades eclesiásticas emitieron el decreto de re-establecimiento del convento de acuerdo con la tradición de los monasterios orientales. Así decretó el comienzo de una nueva orden religiosa diocesana de las monjas de la Unidad de Antioquia, cuya Casa Madre sería el monasterio.





El 15 de agosto 2004 el obispo extendió la fundación a los hombres: "Que se iniciaran en la torre y cuando crecieran en número, construirían su propio monasterio. La vida comunitaria se inició rápidamente.





A pesar del número todavía reducido, las monjas y los candidatos por orden de llegada de diversas tradiciones orientales: católico griego-melquita, maronita, ortodoxos armenios, ortodoxos sirios Latina y, también hermanos procedentes de origen musulmán.



Actualmente es propiedad de la Iglesia greco-católica de Qara. Fue donde se refugió san Jacobo de la persecución a principios del cristianismo. En la actualidad hay un monasterio, una iglesia y un espacio para acampar en verano. arLeer fonéticamenteDiccionario - Ver diccionario detalladoEscuchar
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Yabrud

A 80 km de Damasco, en la falda de las montañas del Qalamoun (Cordillera del Antilíbano) a una altura de 1.550, se levanta la ciudad de Yabrud cuyo nombre procede de una palabra aramea que significa «frío».



 
 
La ciudad es conocida por sus cuevas antiguas, especialmente por la cueva de Iskafta (donde, en 1930, con treinta años, el viajero alemán, Alfred Rust, que más tarde sería arqueólogo, hizo una gran cantidad de importantes descubrimientos prehistóricos), y el templo romano de Yabrud, que entonces era el templo de Jupiter Yabroudis, pero en la actualidad es la "Catedral de Constantino y Helena".







Mar Musa al Habashi (San Moisés el Abisinio)


Mar Musa o Deir Mar Musa al-Habashi Dayr Mar Musa al-Habashi, literalmente "Monasterio de San Moisés el Abisinio" es una comunidad monástica de rito sirio-católica, situado cerca de la ciudad de Nabek, a unos 80 kilómetros al norte de Damasco. La iglesia principal del complejo monástico alberga preciosos frescos que datan del siglo XI y XII.
 
 
 
 

  
 
El sendero de piedra rosa que trepa por la garganta rocosa parece la cicatriz de una inmensa herida. Una especie de débil sutura cicatrizada zigzagueando para evitar barrancos y peligrosos riscos en la aspereza de una de las montañas del Jabal al-Qalamoun, entre Damasco y Aleppo. Allí abajo, el desierto de donde sube el viento tibio de primavera se extiende hacia Irak. En cambio, allá arriba, la luz rasante de la tarde hace aún más difícil de distinguir la escarpada silueta del monasterio de Mar Musa al Habashi, San Moisés el Abisinio. 

 
 




Los bastiones milenarios asomados a las rocas, donde una vieja torre romana velaba como un centinela contra el hostil limes persa, aún hoy sigue dando la impresión de ser una ciudadela inaccesible a los bandidos, de fortaleza izada sobre el precipicio por alguien que quería vivir a salvo de las tempestades de la historia. Pero no hay más que subir la cuesta durante una media hora y llegar a la cumbre para darse cuenta de que se trata de algo muy diferente. La puerta del monasterio sigue siendo baja, para entrar hay que agachar la cabeza, pero por lo menos ahora está siempre abierta.





Aquí, precisamente en tiempos de Mahoma, llegó Moisés el Abisinio, hijo del rey de Etiopía, que escapaba de su destino dinástico por su deseo de hacerse monje. Se había instalado en una de las cuevas de la montaña para dar gracias a Dios con una vida de oración. Luego, mientras a su alrededor se extendían los siglos de la civilización islámica, sobre la montaña de Mar Musa la vida cristiana había seguido floreciendo en un monasterio de rito sirio, encajado en una colmena de cavernas habitadas por los monjes como celdas de una laura cenobítica. El declive había comenzado sólo en el siglo XVIII. El último monje se había ido ya en 1830 cuando el monasterio pasó a ser propiedad de la Iglesia sirio-católica. Desde aquel entonces todo parecía encaminarse hacia el desastre. El viento y la nieve, los vándalos y la lluvia estaban desmigajando la roca monástica arrastrando hasta el valle fragmentos de frescos milenarios y pilas bautismales junto con detritos de las dolomías.




Cada año, el 27 de agosto, vigilia de la fiesta de San Moisés el etíope, solo los cristianos de la cercana Nabek se acordaban de subir a la ciudadela en ruinas para repetir las oraciones de nostalgia entre los restos desolados del monasterio.


 



Un poco de Historia


Un edificio antiguo, círculos de piedra, líneas y tumbas fueron descubiertas recientemente cerca del monasterio en 2009 por Robert Mason, arqueólogo del Real Museo de Ontario. Mason sugirió que las ruinas podrían remontarse 10.000 años y fueron construidas probablemente en el período neolítico (como la cultura neolítica de Qaraoun del Anti-Líbano.

  
 
 


La zona fue habitada por primera vez por los cazadores y pastores prehistóricos por sus cisternas naturales y pastos ideales para la cría de cabras. Tal vez los romanos construyeron una atalaya aquí. Más tarde, ermitaños cristianos utilizaron las grutas para la meditación, y esto creó el primer pequeño centro monástico. Según la tradición local San Moisés el Abisinio era el hijo de un rey de Etiopía. Se negó a aceptar la corona, los honores, y el matrimonio, y en su lugar miro hacia el reino de Dios. Viajó a Egipto y luego a Tierra Santa.







Después, vivió como un monje en Qara (Siria), y luego como un ermitaño, no lejos de allí, en el valle de lo que es hoy el monasterio. Allí fue martirizado por soldados bizantinos. La historia cuenta que sus familiares se llevaron su cuerpo, pero el dedo pulgar de su mano derecha se separó por un milagro, y dejó como reliquia, hoy conservada en la iglesia siriaca de Nabk. El monasterio de San Moisés existió desde mediados del siglo VI, y pertenecía al rito sirio de Antioquía. La iglesia actual monasterio fue construida en el año 1058 AD, según las inscripciones en árabe que hay en las paredes, que comienzan con las palabras: "En el nombre de Dios el Clemente, el Misericordioso".

 
 
 


Los frescos se remontan a los siglos XI Y XII. En el siglo XV, el monasterio fue reconstruido y ampliado en parte, pero en la primera mitad del siglo XIX fue completamente abandonado, y poco a poco cayó en ruinas. Sin embargo, permaneció en propiedad de la diócesis católica siria de Homs, Hama y Nabk. Los habitantes de Nabk visitaban continuamente el monasterio con devoción y la parroquia local luchó por mantenerlo.





En 1984, comenzaron las obras de restauración a través de una iniciativa común del Estado sirio, la Iglesia local, y un grupo de voluntarios árabes y europeos. La restauración del edificio del monasterio terminó en 1994 gracias a la cooperación entre los estados italianos y sirios. Una escuela italiana y siria para la restauración de los frescos ha sido creada en Deir Mar Musa y completará el trabajo en el contexto de la cooperación europea Siria. La nueva fundación de la comunidad monástica se inició en 1991.



Los frescos encontrados en el monasterio

La iglesia del monasterio fue construida en 1058 AD. El espacio es de aproximadamente 10 x10 metros cuadrados y se divide en dos secciones. El mayor de ellos es de una nave con dos pasillos, y está iluminada por una gran ventana situada en el este. La segunda sección es el santuario, que contiene el altar y el ábside que están separados del resto de la iglesia por una piedra y el coro de madera.



 
Hasta el momento, tres capas de frescos han sido revelados. La primera capa es de mediados del siglo XI, la segunda es de finales del siglo XI, y la tercera es de finales del XII o principios del siglo XIII.Las imágenes de la capa más reciente son bastante completas, y comprenden dos ciclos iconográficos bien integrados. El primer ciclo y el más grande se centra en la dimensión de la historia sagrada. El segundo, en el santuario, representa el misterio del eterno y presente instante.

 
 
 
 
 
El primer ciclo comienza con la imagen de la Anunciación. Gabriel se encuentra en el lado norte y la Virgen María se encuentra en el lado sur de la ventana del este, el Emmanuel, el niño Jesús y el sol de la Justicia, se sitúan por encima. (Esta imagen fue destruida, junto con otras imágenes, en 1983 y más tarde fue parcialmente reconstruida de piezas.). Debajo de la ventana, Jesucristo, con los apóstoles y evangelistas, inaugura el tiempo de la Iglesia, que recibe sustento del Misterio del Templo, el Santísimo. La nave de la iglesia está decorada con santos, mujeres en los arcos y hombres en los pilares. Los cuatro evangelistas están pintados sobre las cuatro columnas que miran hacia arriba para copiar una página celeste con letras en siriaco en sus Evangelios. Seis santos mártires, pintados como caballeros en la parte más alta de la nave, pasean hacia el Este luchando por la buena batalla de la fe.
 
 
  

 

El segundo ciclo, que es sobre la realidad del misterio, está presente y comienza desde la propia puerta del templo. En la cara exterior de la parte de piedra de la pantalla, junto a la puerta del espacio sagrado del altar, están pintadas las diez vírgenes del Evangelio de Mateo 25. Muy poco queda de esta pintura, pero ha sido posible reconstruir parcialmente las imágenes. Cinco tenían las luces encendidas en su mano derecha y cinco habían extinguido las luces en su mano izquierda.  Detrás del altar se encuentra la Virgen, su Niño sentado en el trono de su vientre. A su alrededor destacan los Padres de la Iglesia. En la semi-cúpula de la ábside, sobre el altar, todavía podemos ver algo de la representación de Cristo como Hijo del Hombre, en su trono, rodeado de querubines. María, la Madre del Salvador, y Juan el Bautista están pintados en el gran arco que está cerca del trono, para actuar como intercesores.
 
 



Los dos ciclos, uno de historia y uno de sacramento, están unidos en la gran representación del juicio final en la pared oeste de la nave. La mayor parte del fresco se perdió y probablemente representaba a Cristo en su gloria dando a Pedro las llaves del Reino. Todavía se ve Pedro de pie en el lado derecho, con Pablo a la izquierda. Debajo de la ventana oeste, vemos la cruz con los símbolos de la pasión de Jesús: clavos, escaleras, y la corona de espinas. En la parte superior del trono, pintado al estilo oriental con cojines y alfombras, vemos el sudario blanco, símbolo de su resurrección de la tumba. Sentados a su izquierda y su derecha, en calidad de jueces, están diez apóstoles y evangelistas. Con Pedro y Pablo, completando el número de doce.

 
 
 
 
El resto de la representación está dividida entre: a la derecha (el Paraíso) y a la izquierda (Infierno). En el Paraíso, bajo el trono, Adán y Eva oran por todos sus hijos. Junto a ellos las personas salvadas abrazan a la Virgen María, a Abraham, a Isaac y a Jacob. En el siguiente nivel, dos ángeles tocan las trompetas del juicio, y encontramos a los profetas Moisés con Elías; así como a David con Salomón de pie junto a los Padres de la Iglesia.
 
 
 
En el siguiente nivel se encuentra el nicho, que probablemente ocupaban la reliquia de San Moisés. Junto a él, un ángel de la intercesión tira hacia abajo la placa de las buenas acciones de la balanza de la justicia divina. Junto a él, San Pedro abre la pequeña puerta del paraíso con una llave blanca. Los mártires San Esteban y Santiago se encuentran en primer lugar, junto con otros cuatro antiguos monjes sirios y tres monjas.
 
 




A la izquierda, debajo de los tronos de los apóstoles, los diferentes grupos de obispos sufren el dolor del fuego y lloran amargas lágrimas. Debajo de ellos pecadores pertenecientes a diferentes culturas y religiones sufren los efectos de una fuerte lluvia de fuego. Debajo de ellos, al lado de un terrible Satanás que estrangula a una persona impía, los monjes y monjas arden en el infierno. Debajo está un pequeño demonio, con una lengua roja de escándalos y mentiras, tira del plato izquierdo de una balanza, el de las malas acciones. Junto a él están representados cuatro pecadores están al límite, como momias, con los símbolos de sus pecados atadas a sus cuellos.
 
 
 
 
  
El primero adoraba el dinero, el segundo era violento, y quizás el tercero fuera un usurero. El último fue un comerciante deshonesto que engañaba con su balanza. Al final, una fila de hombres y mujeres desnudos atados con una cadena, con serpientes que entran en sus cuerpos a través de sus orificios de los sentidos, representan la condena del adulterio y la fornicación.
 
 
 
En la parte inferior, una base de mármol, pintada de color, tal vez indique la cristalización final del mundo material. En la segunda serie de frescos, en el pasillo norte, cerca de la pila bautismal, descansa una imagen del bautismo de Jesús con un ángel que sirve como diácono, y con San Simeón Estilita sentado encima de su columna. En el muro sur de la nave, en la parte superior del primer pilar, admiramos Elías desde el primer período, ascendiendo en su carro.

 
Izra'a

Izraa, (Zorava, Zorowa o Zorabene) fue una ciudad cananea ya mencionada en la Biblia. Ubicado a 85 km al sur de Damasco, Izraa es un prospero pueblo agricola en la fertil planicie de la región de Hauran, junto a la autovía que une Damasco con Dera'a. Por otra parte, Izra'a’s  tiene dos antiguas iglesias que datan de los siglos IV y V, consideradas entre las más antiguas con culto del mundo. Especialmente una de ellas, la más antigua del año 515 AD, es uno de los primeros ejemplos de basílica con cupula central soportada por un octagono interno que hay en la actualidad en todo el mundo.
 
 


Un poco de historia
Su nombre aparece en las cartas de “Tell Amarna”, documentos que fueron intercambiados entre los gobernantes egipcios y sirios en 1334 a.C. Inscripciones antiguas olvidadas por los romanos luego de su ocupación en el área de Bashan, constituyen la evidencia de la importancia de este pueblo.





Una inscripción encontrada por el arqueólogo Richter, demuestra que la ciudad estaba elevada al rango de metrokomia (gran ciudad) bajo el emperador Alejandro Severus (222-235 d.C.) y era conocida como Zorava.




En el curso de la historia, esta región se presenta como una fortaleza natural que los invasores hallaban difícil de conquistar. Los soldados de Herodes fallaron al intentar ocuparla.


 
Izra'a fue una importante ciudad durante la época romana, para convertirse más tarde en un importante centro del cristianismo. Nonnos, el más famoso de sus obispos quién participó en el concilio de Calcedonia en 451 d.C. con el arzobispo de Bosra y junto con otros dieciséis obispos de Arabia, jugó un papel primordial en la expansión de la fe cristiana. El obispo Auaros es mencionado en una inscripción hallada en la iglesia de San Elías en Izra'a (542-543 d.C.), y el nombre del obispo Teodoro aparece en una inscripción hallada en Harran; su sede estaba en Zorava.


 
Ni los propios cruzados bajo el mando de Baldawin III pudieron conquistarla dado su difícil terreno, la falta de agua y la resistencia de su gente. El Evangelio alcanzó esta región dada su proximidad a la Tierra Santa; luego llego a ser una sede episcopal durante la era bizantina. Estaba posicionada en segundo lugar después del metropolitano de Bosra a través de toda la provincia de Arabia.




  
La comunidad cristiana es muy númerosa aquí y sigue  rezando en sus dos iglesias originales. La iglesia de San Jorge, que fue construida en el sitio de un tenplo pagano, es una iglesia Greco Ortodoxa que data del año 512 AD. La iglesia de San Elias es Greco-catolica, restaurada recientemente y salvada de la ruina total, data del año 542 AD.
 
Gran parte de los habitantes de Izra'a son católicos quienes suelen conducir al visitante hacia la parte norte de la localidad para visitar la famosa iglesia. Fue construida sobre un plano cuadrado, sus fachadas son austeras y una cupula metálica. Esta iglesia fue construida en el año 512 AD siendo uno de los primeros ejemplos de basílica con cupula central soportada por un octagono interno. Se cree que contiene la tumba de San Jorge, un santo muy venerado por los cristianos del Oriente tanto cristianos como musulmanes.

La segunda iglesia está en el corazón del pueblo, esta dedicada a la virgen María y eservida por sacerdotes católicos. Architectónicamente es similar a la iglesia de San Jorge. Ambos edificios tienen inscripciones en griego y frisos con uvas decorando las ventanas y las puertas.




A mitad de camino entre las dos iglesias y unos arcos excavados con decoración esculpida con inscripciones Kuficas.

 


 
El color de las piedras de lava negra del centro del pueblo contrastan con el colorido de los pequeños jardines que hay, mientras que las extensas viñas hacen de transición entre el pueblo y los campos de maíz de la región de Hauran.
 




Primero se suele visitar la iglesia ortodoxa siria de San Jorge, donde sobre una de las puertas de entrada aparece la cifra de 515 con una inscripción.
 



 
 
De la inscripción se puede deducir de que la iglesia fue construida sobre un templo romano que había en el lugar.






Es decir la iglesia tiene casi 1.500 años de antigüedad. La congregación cristina de la ciudad se sigue reuniéndose cada domingo.


Kawkab y La Visión de San Pablo


Kawkab, a 18 kilómetros de Damasco, es llamado popularmente por los locales "la colina de Pablo" ya que fue donde se produjo la caída del caballo de San Pablo.




 
Los antiguos conocían el carácter sagrado y la importancia del lugar, por lo tanto, se construyó un monasterio conocido como San Pablo. Poco ha quedado de éste monasterio salvo algunas piedras pulidas (un capitel corintio, dos pozos para recoger agua de lluvia), ya que hay zanjas y fundaciones no cubiertas de un gran edificio. También hay asientos de piedra y restos de una iglesia que se encuentran entre el cerro volcánico y la vía romana.  Asimismo se pueden ver piezas de azulejos que se utilizaron en el edificio.






Los habitantes de las aldeas cercanas extrajeron muchas piedras de las paredes del antiguo edificio para volverlas a utilizar en las nuevas construcciones de los pueblos. Así, nada se ha mantenido del antiguo monasterio. Pero tras encontrar algunos aldeanos entre los escombros un incensario de oro, fue la prueba definitiva de que el edificio era cristiano y no un templo pagano.


 

Los habitantes de las aldeas vecinas de Kawkab seguían llamando a ese lugar "la colina de San Pablo", siendo un lugar sagrado para ellos donde bautizaban a sus hijos en la parte superior. Con el tiempo, este lugar fue convirtiéndose en un lugar de gran importante, incluso Alexis I, el Patriarca de Moscú y de toda Rusia donó dinero en 1965, para la construcción de una iglesia redonda indicando la santidad del lugar.



La conversión de San Pablo:


La conversión más famosa de la historia es, sin duda, la de san Pablo. Cómo fueron los detalles de aquél hecho lo sabemos gracias a san Lucas, que lo inmortalizó en un conmovedor relato conservado en Los Hechos de los Apóstoles. Cuenta este libro que Pablo era un joven y fogoso judío, llamado entonces Saúl, y que observaba con preocupación cómo se expandía en Jerusalén el cristianismo, que él consideraba una secta peligrosa. Resolvió, por lo tanto, combatirlo y no descansar hasta aniquilarlo por completo.




Cierto día del año 36, decidió viajar a Damasco con una autorización especial para encarcelar a todos los cristianos que encontrara en esa ciudad. Damasco dista unos 230 kilómetros de Jerusalén, siendo una de las ciudades más antiguas del mundo, en la que habitaba una importante comunidad cristiana. El viaje debió de haberle llevado a Pablo y a sus compañeros alrededor de una semana. De pronto, antes de llegar a Damasco (en el lugar llamado hoy Kawkab), una poderosa luz lo envolvió y lo tiró por tierra. Entonces oyó una voz que le decía: “Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?” Pablo respondió: “¿Quién eres, Señor?” La voz le contestó: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate y entra en la ciudad. Allí se te indicará lo que tienes que hacer”.




Pablo se levantó, y comprobó que no veía nada. Entonces con la ayuda de sus compañeros pudo ingresar en la ciudad. Así, aquél que había querido entrar en Damasco hecho una furia, arrasando y acabando con cuantos cristianos encontrara, debió entrar llevado de la mano, ciego e impotente como un niño.  En Damasco se alojó en la casa de un tal Judas, y permaneció allí tres días ciego, sin comer ni beber, hasta que se presentó en la casa un hombre llamado Ananías y le dijo: “Saúl, hermano, el Señor Jesús que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recuperes la vista y quedes lleno del Espíritu Santo”. Entonces le impuso las manos, y al instante cayeron de sus ojos una especie de escamas y recuperó la vista. A partir de ese momento Pablo fue otra persona. Un cambio impresionante sucedió en él. Ananías lo bautizó, le explicó quién era Jesús, lo introdujo en la comunidad local, lo instruyó en la doctrina cristiana y lo mandó a predicar el evangelio. De este modo Pablo conoció el cristianismo, y llegó a ser miembro de la Iglesia a la que en un principio combatía.


Homs (la antigua Emesa)

Iglesia de San Elian (Julian)
Leer fonéticamenLa LlLa iglesia de San Julian
San Elian o Julian, nació en la tercera centuria de padres paganos en la ciudad de Emesa (la actual Homs).  Se desconoce el cómo se convirtió al cristianismo, pero su vida y muerte testifican como lo vivió y sufrió. El era un afamado y hábil médico y cirujano.






Fue conocido por no cobrar sus honorarios y por su gran altruismo filantrópico. Además de ser médico de cuerpos, condujo a muchos hacia el camino de la Fe en Cristo. Todo esto causó la envidia de otros doctores de la ciudad celosos de su capacidad y generosidad. Los gobernadores romanos recibieron órdenes de perseguir a los cristianos.






El padre de Elian o Julian era un oficial de alto rango en la ciudad y fue el responsable de arrestar al obispo Silouan, al Diacono Lucas y al lector Mokimos, para torturarlos. Los golpearon y arrastraron por la ciudad amarrados a una carroza para aterrorizar públicamente a los cristianos, después fueron torturados continuamente.






Elian se escabulló dentro de la prisión intentando curar sus heridas pero fue sorprendido, arrestado y presentado ante su padre quien a su vez lo remitió al gobernador, presenció la ejecución de Silouan, Lucas y Mokimos.





Después su padre lo amarró a un caballo y lo arrastró por las calles, lo apresó y torturó por meses, pero nunca renunció a su fe, sufriendo todos los suplicios de Cristo.





Finalmente su padre le clavó un gran clavo en la cabeza y en los pies. Alcanzó a caminar hasta una cueva en las afueras de Homs, donde finalmente falleció el 6 de Febrero de 284.


Catedral de Santa María o Iglesia del Cinto de la Virgen

La iglesia del Cinto de la Virgen (en árabe Kanisat Umm Az Zinar), es uno de los lugares de mayor interés de Homs. En la primera época del cristianismo el cinto de la virgen fue escondido en un cilindro de metal, bajo el altar dela iglesia.





En el año 1852, con motivo de unas obras de restauración de le iglesia ordenadas por el obispo Julius Butrus IVse encontró esta reliquia de la Virgen María, pero para no perder la esa reliquia de la iglesia de los Santos Padres se puso denuevo en el altar y se cerró con una enorme piedra.



 
El santuario quedó en el olvido durante casi un siglo. Por segunda vez el cinto se encontró el 20 de julio de 1953, después de descifrar lostextos de su ubicación.




En la actualidad, una parte de este cinturón de la virgen (laotra parte está en Jerusalén) se exhibe en una caja con un lado transparente. Eledificio de la iglesia se construye sobre parte de la capilla subterráneadel año 59 d.C, siendo una de las capillas cristianas más antiguas en Siria.


Monasterio de San Elian El Viejo (Qaryatein)

Qaryatein es un monasterio que se encuentra en la carrertera que va de Palmira a Damasco, y parece ser que este monsterio no era tan importante y a pesar de ello mantuvo a cierto número de fieles  que  vivieron en el lugar y trabajaron en la agricultura y el cultivo.
 



El primer documento que se conoce sobre este monasterio se encuentra el el Museo Británico (sustraido en su momento de los archivos del monasterio de Mar Mousa) indica que la edad de este monasterio es de aproximadamente 1000 años, aunque según evidencias encontradas en el propio monasterio revelan que tiene como más de 1500 años.





Se convirtió en un centro espiritual en el siglo XVI, hasta el siglo XVIII para sumergirse otra vez en la oscuridad. Sin embrago el cementerio de San Elian se mantuvo y fue venerado tanto por musulmanes como por cristianos. Para los cristianos era San Elian, y para los musulmanes era  Sheikh Ahmad Al-Houri.




Durante todo el siglo pasado el lugar fue visitado por campistas y por grupos de enseñanza. En la actualidad y tras el derrumbe de algunas partes de la estructura original, se reconstruyó como nueva iglesia y se llevaron a cabo varias excavaciones y trabajos de restuaración.





Monasterio de San Jorge (cerca de Krak de los Caballeros)

Situado en el llamado Wadi al Nasara o el “Valle de los Cristianos” el Monasterio de San Jorge o Deir Mar Georges, cuenta con salas subterráneas y un iconostasio.





Desde el monasterio se puede ver la fortaleza del Krak de los Caballeros. Es una zona llena de verdor y muy agradeble para visitar sobre todo en los cálidos meses del verano.





El monasterio de San Jorge o Deir Mar Georges es un histórico monasterio ortodoxo antioquíano situado en la pequeña ciudad de Meshtaye en el llamado "valle de los Cristianos" o Wadi al Nasara. Este valle es el centro regional de los cristianos greco-ortodoxos desde el siglo VI.






27 de sus 32 localidades son hoy en día habitadas por cristianos, otros 4 estan habitados principalmente por musulmanes alauitas y solo uno, el pueblo del Al Hosn, (adjunto al Krak de los caballeros) esta habitado por musulmanes sunitas.





Se dice que el monasterio fue construido sobre los restos de una estuatua del dios Homero por el emperador bizantino Justiniano en el siglo V. El monasterio ocupa 6,000 m² de tierra y fue construido enteramente con piedras de estilo bizantino. La moderna iglesia fue reconstruida en 1857. Gran parte de los objetos del antiguo monasterio fue conservados y estan expuestos en el monasterio. Su entrada tiene un triple arco y dos columnas de soporte de origen bizantino. En la entrada sur del monasterio se puede encontrar una gran piedra histórica con grabados religiosos.







El iconostasis de madera que se encuentra en el interior de la iglesia esta decorado con impresionantes grabados y son magníficas obras de arte, sus dorados iconos representan varias escenas de la vida de Cristo.






Debajo del principal patio del monasterio se halla una capilla más antigua que data del siglo XIII con un más pequeño iconostasis, que tiene más de 300 de antiguedad. Sus iconos representan escenas de la vida de San Jorge (un santo muy venerado entre los cristianos de Oriente Medio).







En este plano inferior también hay lo que se cree es la entrada del monasterio original del siglo VI y varias grandes amforas. También el Monasterio de San Jorge exhibe muchos otras antiguos artefactos como cruces, escritos, libros, grabados, copas y otros instrumentos. También guarda un manuescrito escrito por el califa Omar bin al Khattab, que trataba de las relaciones entre los musulmanes y cristianos.




El monasterio se llena de peregrinos durante la fiesta de San Jorge (6 de Mayo) y en la fiesta de la elevación de la Sagrada Cruz (14 de Septiembre).

Iglesias y catedrales de Aleppo

Entre las iglesias del barrio cristiano de Jdeydeh destacan: la Catedral  Apostolica Armenia  de  los 40 Martires, la iglesia Greco-Ortodoxa de la Dormición de Nuestra Señora, iglesia Sirio-Católica de Mar Assia Al-Hakim, la Catedral Maronita de San Elias, la Catedral Católica Armenia de Nuestra Señora del Consuelo y la Catedral Melquita Greco-Católica de la Virgen María. Ver la pagina de Aleppo.

Ciudades Muertas del norte de Siria

Las llamadas “ciudades muertas” comprenden un número estimado de 780 emplazamientos que comprenden poblados, iglesias y monasterios que salpican la región noroeste de Siria entre Aleppo y Hama.





Fueron construidas entre los siglos IV y VII y abandonadas alrededor del siglo IX y contienen maravillosos restos de arquitectura bizantina paleo-cristiana. Estos pequeños núcleos de población formaban parte del área de influencia de la gran ciudad de Antioquía.





En el siglo VI, el florecimiento de las órdenes monásticas impulsó la construcción de nada menos de 60 monasterios en la región que gozaba de una gran prosperidad gracias a la producción de aceite de oliva y vino.








Entre las “ciudades muertas” que fueron construidas entre los años 400 y 600 destaca Qala’at Sama’an (cerca de Aleppo) que fue donde vivió el eremita San Simeón el Estilita unos treinta años sobre el capitel de una columna de veinte metros de altura.






Aquí se encuentran los restos de la gran basílica de San Simeón que, comenzada su construcción en el año 472 alrededor de la columna del santo formada a su vez por cuatro pequeñas basílicas dispuestas en forma de cruz, fue en el momento de su conclusión, en el año 490, la iglesia cristiana más grande del mundo.



Orientación
Las "Ciudades Muertas" se encuentran en un área elevada de piedra caliza que es conocida en Siria como Belus Massif, y cubren un terreno que tiene entre veinte y cuarenta kilómetros de ancho por ciento cuarenta kilómetros de largo.






Fueron prósperos establecimientos de campesinos. Los impresionantes restos de la arquitectura doméstica son el resultado de la prosperidad de los campesinos que se beneficiaron de un comercio internacional fuerte, sobre todo, en aceite de oliva y vino, al final de la antigüedad.






Otras opiniones alegan que estos núcleos eran ciudades que prosperaron por estar situadas a lo largo de las rutas comerciales del imperio Bizantino, y no simples establecimientos campesinos.





Más tarde, cuando la región fue conquistada por los árabes, las rutas comerciales fueron cambiando y estas ciudades perdieron la mayor parte del negocio del cual sus economías dependían. Así que los colonos fueron abandonando su núcleos rurales y urbanos y se dirigieron hacia otras ciudades que prosperaban bajo los Omeyas.

Qala’at Sama’an (Ciudadela de San Simeón)

Qala'at Sama'an se leventa a 60 kilómetros al noroeste de Aleppo, en lo alto de una colina desde donde se pueden obtener maravillosas vistas panorámicas hasta los montes del Tauro.





Aquí se levantan los restos de la iglesia de San Simeón, que fue erigida en honor de este santo, también conocido como Simeón el Estilita. El santo permaneció durante 36 años encima de una columna con el deseo de aislarse del mundo buscando su paz interior y estar más cerca del cielo.

 


Era un pastor venido del norte de Siria que se hizo monje como resultado de un sueño. Permanecer incomunicado totalmente en su celda no le bastaba para conseguir la paz interior. Aislarse más cerca del cielo fue su manera de manifestar su desprendimiento del mundo y su fe en Dios.
 
 
 
 
 

Plano del Monasterio de San Simeón (Qala'at Sama'an)
 
  
De la columna no subsiste más que un pequeño muñón de un par de metros; el resto se ha perdido a causa de la devoción al santo. Durante muchos siglos (Simeón murió en el año 459) todos los peregrinos y visitantes del lugar quisieron llevarse un recuerdo, un trozo de la columna del prodigio o siquiera un poco de polvo.





De esta manera, el pilar fue desgastándose y desapareciendo.
 
 
 

Plano de la Gran Basílica de San Simeón 
 
 
 
La gran basílica-catedral de San Simeón el Estilita se comenzó a construir alrededor de la columna del santo a partir del año 472, diez años después de la muerte de San Simeón y unos 40 años antes de la construcción de Santa Sofía de Constantinopla.




Alzado de la Gran Basílica de San Simeón


Este gran templo, formado a su vez por cuatro basílicas dispuestas en forma de cru cruz que creaban una especie de plaza octogonal, cubierta por una cúpula en cuyo centro se situaba la columna sagrada, fue en el momento de su conclusión, en el año 490, la iglesia cristiana más grande del mundo.





En las ruinas actuales todavía se puede adivinar la sencillez y el equilibrio que conjugan las formas de un edificio considerado como una de las obras maestras del arte bizantino.




La bóveda central descansa sobre un conjunto de columnas, pilastras y bóvedas de gran armonía que tienen su continuación en las capillas laterales con ventanas de medio punto.

 


Simeón el Estilita: 

Fue un santo anacoreta diferente, pues a la edad de 32 años se subió a lo alto de una columna (Stylos en griego) de la cual no volvería a bajar durante los 37 años siguientes hasta acabar sus días. En lo alto de la columna pudo encontrar la tranquilidad que no encontró cuando años antes se había ido a vivir a una cueva en el desierto a la que se hizo encadenar.





Sin embargo allí la visita constante de peregrinos no le dejó dedicarse a su vida de oración y sacrificio, fue en este momento cuando ideó este nuevo modo de vivir totalmente nuevo y diferente, que crearía escuela y que hizo de él una figura admirada en todo el mundo conocido.







Simeón nació en el año 390 en Sisan cerca de Tarso. De niño fue pastor de ovejas hasta que un día en la iglesia se entusiasmó al oír el sermón de la montaña de las bienaventuranzas. Decidido a llevar una vida acorde con ellas decidió ingresar en un monasterio.




 Así a los 15 años pudo cumplir su deseo y entró en uno. Estando allí en una ocasión, durante la Cuaresma decidió imitar a Jesús y pasar sus 40 días ayunando. Tras consultar a un monje más anciano se convenció que lo podría resistir, pues según este un hombre podía aguantar hasta 55 días sin comer. Cuenta la tradición que durante esta cuaresma rezó 14 días de pie, después 14 sentado y los últimos días acostado debido a la debilidad.




El domingo de Resurrección fue encontrado desmayado en el suelo por el abad del monasterio, que encontró los panes y el agua que le habían llevado desde el monasterio a su lado sin tocar.





Tras conseguir reanimarlo el abad del monasterio descubrió que llevaba una forma primitiva de cilicio incrustada en su cintura, se dice que fue el propio Simeón su inventor. El abad no lo consideró adecuado, pues creía que una penitencia tan extrema podía llevar al resto de los hermanos a exagerar sus mortificaciones así que le invitó a abandonar el monasterio.





Después de la Cuaresma se fue a una pequeña cueva en el desierto en la que pretendía permanecer prisionero el resto de su vida, en un primer momento se mandó encadenar para evitar la tentación de volverse a la ciudad, aunque más tarde como medida de humildad mandaría retirar la cadena. En estos momentos era ya un personaje conocido y el flujo de peregrinos a su cueva para pedir su bendición y consejo era constante.





Fue en este momento cuando se subió a su columna, incapaz de escapar del mundo horizontalmente lo intentó verticalmente. La primera columna en la que vivió era de sólo 3 metros, la segunda sería de 7, pero como aún la gente trataba de subirse a ella, hizo levantar la que sería la definitiva de 17 metros. En lo alto de columna había una pequeña plataforma y algo parecido a una balaustrada para no caerse, pero no había nada más que le protegiera del sol, el agua, a las tormentas o el viento.


Se cuenta que sólo comía una vez por semana. La mayor parte del día y la noche la pasaba rezando y un sacerdote le llevaba la Comunión a diario. Su peculiar modo de vivir encima de una columna sin duda impresionó sus contemporáneos y su fama se extendió por toda Europa. Las gentes acudían desde lugares lejanos en masa buscando su consejo y él les predicaba dos veces por día a la vez que resolvía pleitos entre los que estaban peleados. Cuenta la tradición que Simeón no permitía a ninguna mujer acercarse al pilar, ni siquiera su propia madre.






En lo alto de la columna tuvo que pasar muchas pruebas, desde gente que acudía a insultarlo para probar su paciencia, hasta críticos que consideraban que su peculiar modo de vida era un simple capricho y no un intento de búsqueda de la santidad.







Una delegación de estos críticos acudió a su columna y le exigieron que descendiera, Simeón sabiendo que sin obediencia no hay santidad se dispuso a seguir sus órdenes pero no fue necesario que bajara pues al ver su docilidad los Obispos le rogaron que permaneciera arriba.





Su fama se extendía y se dice que el Emperador Theodosio y su mujer Eudocia acudieron a oír sus consejos, también se comenta que mantenía correspondencia con San Genoveva de París o con el Emperador Bizantino Leo al que aconsejaba sobre concilios y reformas.






Simeón no perdía el contacto con el mundo, es más cuanto más alta era su columna más gente acudía a verlo, ya no sólo peregrinos sino también gentes atraídas por la curiosidad. A algunos de estos visitantes se les permitía subir a su columna por medio de una escalera cada tarde para pedir consejo.




Murió algún día del año 459, mientras rezaba arrodillado, su muerte causó una gran disputa entre las iglesias de Antioquía y de Constantinopla por su reliquias, acabando estas al final en la región de Antioquía, donde se construyó un gran templo en su honor, compuesto por cuatro basílicas dispuestas en torno a un patio donde se encontraba la base de la columna de San Simeón.





La superficie total del edificio era similar a la Santa Sofía en Constantinopla pero se levantó 40 año antes de esta.


Iglesia de Qalb Lozeh

Qalb Loze se levanta sobre una colina de 670 metros de altura en la mesta del montes de Ala (Djebel il-Ala) una remota región montañosa de la parte central, del macizo calcareo del norte de Siria, junto a la frontera con Turquía. 




El lugar esta cerca de Barisha y accesible desde la carretera que une Aleppo con Antakya (Antioquía). Los olivos crecen en el valle que hay debajo del pueblo, también hay otrso cultivos y corderos.





Qalb Lozeh,  quiere decir en árabe "el corazón de la almendra". La mayor atracción de esta aldea es la Basílica Bizantina, construida aproximadamente en el año 460 a. C., y es el primer ejemplo de modelo sirio construido a escala monumental. 




Con elementos arquitectónicos como amplios pasillos, decoración sofisticada, una entrada dramática con forma de arco, con torres flanqueadas, la basílica es precursora directa de las iglesias de época románica en Europa.


La iglesia

La iglesia de Qalb Lozeh data del 460 de nuestra era siendo una de las iglesias mejor conservadas de este periodo en la región. La iglesia es la primera conocida en Siria con una basilica ancha donde la columnas que en la arquitectura tradicional de la iglesia bizantina separan las naves laterales de la han sido sustituidas por pilares y bajos arcos crecientes que crean la sensación de espacio ampliado.



 
 
Es muy similar en estilo arquitectónico y artesanía a las grandes iglesias sirias pre-islámicos que se pueden ver en las pequeñas localidades de: Turmanin, El Anderin, Ruweha y Kerratin, que pueden haber sido construidas por los mismos talleres o gremios de artesanos.


Gertrude Bell, la intrépida diplomática de Medio Oriente, exploradora y arqueóloga, describió esta iglesia como "... el comienzo de un nuevo capítulo en la arquitectura del mundo.


La fina y simple belleza del estilo románico que nació en el norte de Siria." Desde la visita de Bells Gertrude en el año 1900, la localidad ha crecido, y la iglesia está rodeada de casas modernas.


 
Kirk Bizeh

Muy cerca se encuentra, otra de las ciudades muertas, Kirk Bizeh. Este antiguo pueblo cristiano fue construido alrededor del siglo III. Su iglesia fue convertida en iglesia cristiana en el siglo siguiente.

 

 

Contiene las reliquias de los primeros mártires. Los primeros cristianos celebraban aquí clandestinamente sus misas hasta el Edicto de Milán (313).


Serjilla

Serjilla es una de las "ciudades muertas" mejor conservados del noroeste de Siria en el llamado Jebel Riha aprox. 65 kilómetros al norte de Hama y aprox. 80 km al suroeste de Aleppo, muy cerca de las ruinas de Al Bara.





El asentamiento surgió en una cuenca natural que fue prosperando a partir del cultivo de uvas y aceitunas. Un baño complejo indica la riqueza de la comunidad. Inusualmente, fue construido en 473, ya en la época de la cristiandad.




En 1899 un equipo de arqueológos de la Universidad de Princeton descubrió un gran mosaico en el suelo del vestíbulo principal.


 

Al lado de los baños se encuentra una andrón, un lugar de encuentro para los hombres. Más al este había una pequeña iglesia.






Entre las ruinas de numerosas casas residenciales vale la pena mencionar una villa de dos pisos que sigue en pie hoy en día. En dos salas del piso inferior, todavía se puede ver un arco que ha podido sostener el techo. Esta característica es típica de las ciudades muertas.





Detrás de la villa se encuentra un edificio hundido con una prensa de aceite. Como en el caso de la mayoría de las "ciudades muertas", Serjilla fue abandonada en el siglo VII cuando los árabes conquistaron la región hecho que provocó el desplazamiento de las rutas comerciales entre Antioquía y Apamea, por otras que unían los centros de la población árabe-musulmana.


Al Bara

Al Bara es otra de las extensas ciudades muertas y la última en ser abandonada por sus habitantes. Situada en Jebel Riha, fue establecida en el siglo IV en la importante ruta comercial entre Antioquía y Apamea.


La ciudad prosperó entre los siglo V y VI debido a su buena localización y a las excelentes condiciones del lugar para la producción de vino y aceite de primera calidad. Con la conquista musulmana de la zona, las rutas comerciales de trasladaron a otros centros controlados por los vencedores y muchas de estas ciudades fueron abandonadas.




Pero Al Bara seguía habitada, y la mayoría de los habitantes seguían siendo cristianos, la ciudad incluso se convirtió en sede de un importante obispado subordinado de Antioquía.



En 1098 fue conquistada por los cruzados conducidos por Raymond de San-Gilles (desde aquí salieron los caballeros para perpetuar la infame masacre con su horrible episodio de canibalismo de Ma'arat An Noman).





En 1123 la ciudad fue reconquistada por los musulmanes quienes construyeron una pequeña fortaleza. Más adelante en el siglo XII, tras un severo terremoto, la ciudad fue abandonada definitivamente.







Más adelante, a principios del siglo XX, una aldea moderna del mismo nombre se estableció cerca de los restos de la ciudad antigua y hasta convertirse hoy en una pequeña ciudad.



 

Las ruinas, las más extensas de todas las ciudades muertas, se dispersan entre campos de olivos y huertas. No hay ruta obvia a través del sitio de Al-Bara y la tierra está densamente cubierta de árboles y la maleza. La tierra sigue siendo fértil aquí, y algunas pequeñas parcelas entre las piedras siguen siendo trabajadas para producir aceitunas, uvas y albaricoques.




Las ruinas de Al-Bara cubren al menos de 6 kilómetros cuadrados e incorporan numerosas grandes villas, tres monasterios, y hasta una docena de iglesias bizantinas. Cinco iglesias aún se pueden ver entre las ruinas en la actualidad. Las estructuras más llamativas son un par de tumbas piramidales que se ven a 200 metros de distancia.






Estas tumbas monumentales, decoradas con hojas de acanto talladas, dan testimonio de la riqueza que tuvo esta ciudad (una de las 700 ciudades muertas). La pirámide más grande todavía alberga cinco sarcófagos cerrados y decorados.



Siguiendo hacia el sur más allá de las tumbas piramidales, hay una tumba subterránea con tres arcos y un gran monasterio, bien conservado.


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